“Tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendé mucho a él… No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer” – Santa Teresa de Ávila.
Durante este mes se habla mucho de la mujer, su valor, el compromiso que tiene en la vida en todas las esferas de la vida y es cierto, es importante reivindicar su valor y ensalzar la importancia de la mujer en nuestra sociedad.
Bueno, el año pasado hablamos de una celebración muy importante en la historia de la Iglesia Católica, la encarnación de Jesús ese momento en que María dijo que “Sí”, puedes revisar lo que te comento en la siguiente liga: La Anunciación del Señor
Este año, queremos hablar de otro personaje y otra parte importante de la vida familiar, en este mes también hay un día dedicado a aquel, que en el silencio, en el obrar, en su propia obediencia tomó un rol igual de importante: ser el papá de Jesús en la Tierra, este es San José, y lo celebramos el 19 de Marzo.
San José, es de los que menos se hablan en la Biblia, solo aparece en unos cuantos versículos, pero en esos cuantos versículos podemos ver ciertas cualidades que un buen padre debe tener:
Valiente: A él le dijeron que no temiera ser padre de Jesús, que él mismo le pondría el nombre de Jesús y que Él sería el salvador de los pueblos (Mt 1, 21). Dicho esto, ¿cuántos estamos dispuestos a asumir un reto?, la paternidad es una de las grandes responsabilidades a las que nos vamos a enfrentar, pero también un gran deleite para nuestras vidas.
Defensor y protector: Después del nacimiento de Jesús, la adoración de los ángeles, reyes y pastores, el ángel del Señor le advirtió de los planes de Herodes y se puso en acción. Tomó a su familia, la puso a salvo y espero hasta que fuera el tiempo propicio para volver (Mt, 2 13-21). San José no tomó las armas, o fue directamente a enfrentar a Herodes, él primero veló por el bienestar de su familia, él sabía a quiénes debía cuidar y darles esa seguridad que tanto necesitaban. San José sin duda alguna dio su vida por su familia, porque dar la vida es invertir cada día en amar y procurar a los tuyos.
Siempre cerca de Dios: Él siempre tuvo una comunicación con Dios, fue un hombre de oración. San José pudo ver a Dios a los ojos, velar su sueño, enseñarlo a andar, a trabajar, a jugar, él pudo convivir con Dios como nadie más pudo (además de la Virgen María), porque Jesús es el Hijo de Dios, y San José tuvo el privilegio y la enorme responsabilidad de ser su papá. Así mismo tú puedes ver y tratar a los demás en nombre de Cristo. Nuestro Señor está en todas partes y en cada una de las personas con las que nos encontramos.
La maternidad es un don maravilloso y es momento de complementarla de manera integral promoviendo la paternidad. Esta sociedad muchas veces minimiza o relega el papel de los padres, esperamos que con el ejemplo de San José como un modelo de paternidad, como un digno esposo, un ejemplo de hombre, muchos puedan ilusionarse y encontrar un camino para construirse como hombres que estén a la altura de los retos de hoy.