“Si hay que decidir entre mi vida y la del niño, no dudes; elige –lo exijo- la suya. Sálvalo a él”.
– Santa Gianna Beretta Molla
Una vez al año, celebramos un día muy especial dedicado a aquellas mujeres que han decidido dar con su amor, ternura y cuidado gran parte de sus años a sus hijos. En México celebramos el Día de las Madres el 10 de mayo, sin embargo esta es una fecha que cambia de país en país, más lo verdaderamente importante permanece: celebrar y reconocer la entrega de las madres a sus hijos.
Es difícil concebir el mundo sin nuestras madres, ellas nos han formado desde el primer día de nuestra existencia. Su cariño y forma de ver la vida nos toca y nos hace ser quienes somos en gran parte de nuestra persona. Nunca dependeremos tanto de alguien como de nuestra madre, especialmente en los primeros años de nuestra vida. Ella nos cuidó, alimentó y veló por nuestro descanso; ella nos guió en nuestro actuar y por supuesto, nos hizo merecedores de nuestros más épicos castigos.
Para estas fechas es común preguntarnos: ¿Qué regalarle a mamá para este día? Muchas veces pensamos en flores, cenas, perfumes, maquillaje, etc. En fin muchas cosas materiales, que si bien, es cierto, son detalles magníficos y manifiestan nuestra ganas de velar por el bienestar de nuestra madre; sin embargo, hay otros regalos que podemos hacer que sin duda nos ayudarán a estar más presentes en sus vidas. Expresar nuestro amor y gratitud es una cosa de todos los días, darle besos y abrazos, escucharla y apoyarla con labores diarias es una gran forma de insistir en nuestro amor por ellas. ¡No nos cansemos de recordarles cuánta alegría nos han brindado en nuestras vidas!
La sociedad, plantea la maternidad como una carga desgastante, que frustra la existencia de la mujer, que le impide un desarrollo pleno, que la aleja del éxito, e incluso hace ver en varias series y películas, que el rol de la mamá es de aquella que es sumamente controladora de la vida de los hijos, las hace ver desdichadas de tener tener la vida que tienen y dan la impresión de que ser madre es una carga muy pesada y agobiante.
La maternidad es un gran regalo y cada madre está llamada a vivirla en plenitud. Todos los que estamos cerca de madres, especialmente de hijos pequeños, podemos apoyar y ser un soporte para ellas. No es fácil y por supuesto que necesitan de nosotros para sacar adelante esta gran labor. Para que una madre pueda vivir en plenitud su maternidad, necesitamos padres presentes y activos en su paternidad. Te compartimos un poema que en la caricatura “Rugrats” la mamá de Carlitos le dejó antes de partir:
“Mi dulce y pequeño Carlitos, aunque deba dejarte atrás, este poema te dirá donde me podrás encontrar:
cuando sople el delicado viento, esa será mi mano tocando tu rostro,
cuando un árbol te dé refugio, seré yo dándote un abrazo,
cuando el sol te provoque pecas, seré yo jugando con mi pequeño,
cuando la lluvia moje tu cabello, serán mis lágrimas de felicidad,
cuando el largo pasto te envuelva, seré yo quien te sostenga con fuerza,
cuando las aves canten, seré yo susurrándote buenas noches”.
A todas las mamás y próximas mamás les deseamos: ¡Feliz día de las Madres!
Escrito por: Marcos Ortiz, integrante de Católico en Serio